La gran muerte
Supongo que eran las horas
Que se murieron aquel día
Todas las que le diste
Horas envueltas en sobres blancos y huellas de llantas
Oraciones suspiradas y no escuchadas
Poemas tiernas con palabras bonitas
Pero entierra sus cadáveres debajo de la tierra y por todo el camino
El suyo atrás de los letreros de la carretera
Que te llevaba ida y vuelta
Guarda las horas en tus manos
y míralas convertirse en semillas de un gran tesoro
y siémbralas en la rajada
entre lenguas calladas y dientes congelados
con tu sello de aprobación
convierte el entierro a un Jardín
y tu luto a una cosecha de abundancia
planta una promesa con firmeza y riégala con lagrimas
deja atrás a las horas y promesas que perdiste
que las vuelvan a ti -----
dando fruto de un tipo aun mas dulce
como una cosecha inesperable
que sana tu alma y calma la mente
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